Documental: La luna en ti

Se trata de un documental que  muestra un viaje hacia las raíces más profundas de la feminidad y la vida. Analiza lo que actualmente continúa siendo un tabú en nuestra sociedad moderna tanto para hombres como para mujeres: la menstruación. Con ironía y humor se profundiza en el tema a través de referencias personales y colectivas, desafiando nuestras ideas preconcebidas sobre la feminidad. Fue divulgado en la noche temática del 12 de marzo de 2011  en TVE2.  (Pulsa en la imagen para ver el documental)

La directora se plantea como esos cinco días rojos marcan nuestra vida, si estamos sanas ¿por qué ese dolor? Ser mujer lo vive como un castigo por un crimen que no ha cometido. Y con toda una gran tarea por delante: disimular. Debemos vivir la menstruación en silencio, con ocultamiento. ¿Cuál es la auténtica razón para ello?

Por una parte pervive un largo listado de supersticiones, desde la muerte de las plantas si se tocan, la imposibilidad de ducharse, de hacer una vida normal, la posibilidad de precipitar la rabia en los animales, incluso “el pujo” una extraña enfermedad que contagiamos a los niños  si los tomamos en brazos durante nuestra menstruación y de la que pueden morir. No es suficiente con el SPM (síndrome premenstrual)

La cultura de ocultación rodea a la menstruación, nadie habla de ello en público, o lo hace despectivamente y esto es muy desorientador para una adolescente. Hay todo un imaginario creado en torno a ella. Un grupo de chicos adolescentes nos lo muestran en el film.

Durante años la religión marcó las normas y restricciones que las mujeres debían acatar, que podían hacer y que no durante la menstruación. Cuando disminuyo la influencia de la religión se buscaron nuevos modos de excluir a las mujeres y mantenerlas en su sitio.

La medicina del s. XIX pasa a ocupar ese lugar y de un modo científico da pruebas de la incapacidad de la mujer para pensar en esos días de la menstruación.

A lo largo del siglo se puede contrastar que numerosos sociólogos han sido reclutados para demostrar que las mujeres son menos eficientes en su lugar de trabajo cuando tienen el periodo. Estos estudios tienden a surgir en los momentos de la historia en los que hay gran preocupación por el incremente del rol de las mujeres en la vida pública, por ejemplo cuando se inició la incorporación de las mujeres en la Universidad. Sin embargo en la segunda guerra mundial que era necesaria la incorporación de la fuerza de trabajo femenina, surgían estudios que demostraban la gran capacidad de las mujeres en el lugar de trabajo a pesar del período. Tras la guerra vuelta a lo anterior y al hogar a cuidar a sus hijos.

Una de las ideas predominantes es que los hombres son muy estables, en comparación con la inestabilidad causada por las hormonas femeninas. Sin embargo a través de investigaciones se ha demostrado que los hombres tienen grandes fluctuaciones a causa de la testosterona. Por lo tanto los cambios de humor son similares en hombres y mujeres, pero la diferencia estriba en que se puede predecir cuando el humor de las mujeres  no va a ser óptimo.

Hay teorías antropológicas que apuntan a que la fuerza de la menstruación, la potencia de la creación, el poder que la fertilidad puede conferir es fundamental y  la más arraigada forma de restarle el poder a la mujer. Y sin embargo restarle poder a la mujer es perder el hombre y perder la mujer en cuanto a potencialidad como género humano.

En el documental hay aportaciones teóricas de diferentes profesionales de la medicina y el pensamiento con numerosas referencias. También hay manifestaciones experienciales, con grupos de jóvenes varones opinando; una dinámica con un grupo de mujeres sumamente interesante y que nos muestra el poder y el valor del trabajo grupal; grupos de niñas adolescentes y una de ellas filmando en las noches sus sensaciones alrededor del tema propuesto; así como diferentes encuestas a pie de calle sobre las sensibilidad del público en general y con experiencias muy gráficas y esclarecedoras.

Una profesional nos habla sobre el uso de tampones y lo perjudicial de la utilización del algodón, que no solo absorbe el flujo menstrual, sino que también absorbe el fluido vaginal y altera el equilibrio de manera que nos sensibiliza ante infecciones. Además de resultar poco recomendable por retener el flujo menstrual.

Mucho más adecuado es utilizar algo que ha existido desde hace unos treinta años, un recipiente de silicona llamado COPA MENSTRUAL, que es un contenedor que recoge la sangre. Debe estar húmedo y se coloca delante de la cérvix. Se vacía en función de la intensidad de la regla. Personalmente, me muestro absolutamente desconocedora de este sistema, no sabía de su existencia hasta verlo en este valioso documental.

Por otra parte, me llama poderosamente la atención el modo en el que se manifiesta el doctor Elsimar Coutinho de la Universidad Federal de Bahía, respecto a una vida sin menstruación, parece que resulta muy exitosa su terapia en opinión de sus pacientes. Me intranquilizan en gran medida sus declaraciones, sobre que la regla es demoníaca, no natural y algo a abolir. En mi opinión son manifestaciones poco afortunadas  y resulta un punto de vista en absoluto normalizado.

Sin embargo me interesan en gran medida las declaraciones de la ginecóloga sevillana, me tranquiliza mucho su normalización respecto a la menstruación; sus consejos y explicaciones científicas respecto a la bondad del sexo en pareja o en solitario para aliviar los dolores menstruales. Ella deja claro que la susceptibilidad no surge porque si, no ocurre nada que no suceda el resto de los días. La cuestión es que todo lo soportado antes, no se va a soportar hoy. «Hoy no lo aguanto y tengo razón, no me van a quitar la razón por efectos hormonales». No debemos permitirlo. Ni debemos tolerar la desvalorización mediante ironías.

Debemos prestar atención a lo que sentimos en esos momentos. Es inteligencia emocional a la que debemos prestar atención y para la que debemos buscar respuestas.