Hace mucho que lo estoy, pero no le había puesto nombre, y lo que no se nombra no existe. … nos han persuadido de que cuidar, al igual que lo privado y familiar, no es productivo, “esa palabra tan importante”, productividad que junto con competitividad… no se aplica a lo femenino. Seguir leyendo…
No existe el ying sin el yang, no existe el hombre sin la mujer. En las culturas donde sus papeles no son equitativos se produce un gran desequilibrio social y y la medida de ese desequilibrio es la medida de la enfermedad social. De cualquier modo, y perdona que discrepe, personalmente no creo que ninguno de estos géneros debiera buscar más productividad que la de producir seres humanos felices. ¿Para qué queremos ser todos productivos si la meta es la muerte? ¿No sería mejor meta conseguir vidas plenas y felices para todos los habitantes del planeta, con o sin productividad? Si somos libres y felices, la necesidad de ser útiles a los demás nos dará la productividad necesaria para mantener ese bienestar, es absurdo ser «productivos infelices» que trabajan por obligación les guste o no. Y respecto a la Competitividad, no me gusta ese término, es la palabra mágica capaz de destrozar todos los valores humanos casi sin darnos cuenta. No quiero ni hombres ni mujeres competitivos. Me gustaría que, por ejemplo, todos los discapacitados, que son bastante improductivos laboralmente, se sintieran felices de vivir y nunca inferiores a nadie por su condición. Hagamos un mundo más humano, no dividamos a los seres en «productivos» o «improductivos», ni mucho menos en «competitivos» o «perdedores». No debería existir otra competición que la de superarnos a nosotros mismos cada día, sin compararnos con nadie más.
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Tenemos ligeras discrepancias pero no en lo esencial, porque lo de producir es el aspecto central, productivos para que puedan seguir acumulando sus capitales. Respecto a la igualdad entre géneros es un trabajo que tenemos todas y todos por delante.
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