Durante mucho tiempo ha existido la creencia de que era mejor apartar a los y las menores de cualquier problema grave que surgiese en el seno familiar. Sin embargo las niñas y los niños , sea cual sea su edad, sienten cuando algo anda mal y necesitan comprender lo que está sucediendo.
Investigaciones recientes sugieren que niñas y niños por lo general sospechan que algo va mal aún antes de conocer el diagnóstico. Por lo que que si optamos por no comunicarles lo que ocurre, lo único que resulta de ello es que tienen menos control, sienten más susto y empiezan a extraer sus propias conclusiones. Seguir leyendo…
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