Cuatro de abril de dos mil siete
Cuando acabe el día salgo de viaje para La Rioja. Allí, en la casa familiar, estarán mi amatxo, mi hermano Josu y tal vez Estibalitz e Íñigo. Me gustan estas vacaciones para estar en familia, siempre me pilla tan lejos toda la familia… Javi es casi toda mi vida, pero disfruto mucho con los demás.
Cuando has vivido casi media vida tan lejos de casa, cualquier regreso me parece una gran oportunidad para recuperar parte de esa pérdida. Son muchos cumpleaños, muchas celebraciones de las de porque si… ya que nos hemos juntado; muchas meriendas perdidas, muchos cafés sin tomar, muchos abrazos en cada reencuentro, muchos besos que me he perdido… y algunas peleas de las memorables… de aquellas que teníamos el aitá y yo… aquella puerta rota… aquel ¡Nunca te lo perdonaré! que jamás supiste mantener…
Me gusta volver a casa y no solo por navidad. La familia es lo que más extraño en Madrid. Pero yo soy de las que siempre regreso, cada mes regreso, cada semana pienso en regresar, y cada día me hago la ilusión de que pronto regresaremos con toda nuestra gente.
Que no nos hagan la pascua y nos quiten la ilusión… ni todo lo bailado, porque Madrid como Donosti también me encanta.